
Por: Raúl Eduardo Toraya Méndez
En abril de 2021, Neuralink, del lado de Elon Musk, hizo público un video de un mono jugando el antiguo videojuego “Pong” solo con su mente.
Este mono, llamado Pager, empezó jugando con un mando una actividad parecida, la cual consistía en poner un punto dentro de un recuadro naranja, y al hacerlo recibía una dosis de un Smoothie de plátano que se le administraba a través de una pajilla.
Si bien, Pager está entrenado para hacerlo, eso no quita lo importante de este hecho para la ciencia neurológica.
Musk explicó un poco más del video en su cuenta de Twitter:
“Las versiones posteriores podrán derivar señales de Neuralinks en el cerebro a Neuralinks en grupos de neuronas motoras/sensoriales corporales, permitiendo así, por ejemplo, que los parapléjicos vuelvan a caminar. El dispositivo se implanta al ras del cráneo y se carga de forma inalámbrica, para que usted se vea y sienta de manera totalmente normal”.
En tweets posteriores, el empresario sudafricano comentó que el objetivo del experimento era “ver si se puede conseguir que los monos jueguen mentalmente a Pong unos contra otros, como parte de sus investigaciones para desarrollar una interfaz cerebro-dispositivo sin cables”.
Foto: Internet.
A raíz de esta impactante noticia, el público se dividió en grandes bandos y una batalla campal se libró a través de las redes sociales. Algunos a favor, otros en contra, y otros más que simplemente se quedaron en shock por este revolucionario proyecto.
Es cierto que una tecnología de este calibre es impactante, pues si llega a funcionar cambiaría el futuro de muchas personas, y aplicaciones médicas y científicas se desbloquearían por todo el mundo. “Pero no podemos dejar atrás nuestra ética y humanidad”, argumentan sus contrarios.
Desde luego, las opiniones son subjetivas, ya que se trata de un tema donde se debate si son más los beneficios que los riesgos de su aplicación a la vida diaria. Sin embargo, el avance es algo que no podemos negar.
Tal vez sirva recordar que la edad media no la dejamos atrás por un movimiento, sino por la aparición de mejoras.
Fuente: Forbes / El Universal / @elonmusk en Twitter. Foto: Internet.
*Monos literales es un trabajo del estudiante Raúl Eduardo Toraya Méndez para la materia Periodismo de Opinión que imparte el Mtro. Erasmo Marín Villegas en la Licenciatura en Comunicación de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT). Edición a cargo de la Revista Gestión Empresarial.
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